lunes, 30 de mayo de 2016

LA LLAVE MAESTRA

 






LA LLAVE MAESTRA.
 


El sabio Salomón dice en sus escritos:
 que la sabiduría tiene un principio; igual lo tiene  la inteligencia. y que lo más severo de ellas,  es escuchar , saber oír, ser presto para captar con los oídos y con el alma, ser tardo para esbozar palabra alguna" aún el necio cuando calla se hace sabio. Porque emerge inconscientemente un dejo sagaz de inocencia comprometida con el silencio de los sordos  versus el escándalo comprometido con el ruido de una voz que jamás calla...

Jesùs entendió ambas cosas 

David por igual.

David fue un maestro  de las artes de la guerra bélica  como Jesús fue un Rabí  y especialista en la guerra de la vida y las ideas.  Su ponencia de conductor la expreso una y otra vez en las sinagogas y ante los magistrados que no podían ocultar su asombro cuando apenas tuvo 12 años. 

Los pensamientos de su Padre celestial eran sus negocios, le competía tanto estar en ellos, que su carrera la comienza cuando apenas era un infante


Siempre supo que decir, y como responder, y es que eso es un arte, el arte de la palabra se esbozaba como una escultura sobre quién es el verbo esculpido y, hecho carne.

Jesùs supo leer captar escuchar  los escritos de los maestros profetas y sabios del entonces. Así como arte es la palabra es más importante aprender escuchar y llevar las cosas al corazón como la llevaría maría madre del Señor.

Todo lo que decían del niño lo atesoraba en su corazón esperando para el momento oportuno de la palabra, “Hagan Todo lo que El mande hacer”.
Que dichos tan sabios.

la llave de la sabiduría se abría ante sus ojos una revelación de gran gloria, la llave del Servidor servido, de la palabra respetada y en plena ejecución se soltaba para conferirle a todo aquel que confíe en Jesùs.

Ni la palabra cortante del maestro, sería privativa para que María soltara la palabra exacta y pertinente…"Hagan todo lo que Jesùs mande Hacer.".

Pudo haber increpado ante la contesta del Señor… Mujer que tienes conmigo, todavía no ha llegado mi hora… palabra mas pertinente jamás emitida, su sangre  potencialmente como vino  aún no sería derramada,

La petición de la llave maestra conferida en ese momento a Marìa, muy pocos en la escritura se les ha dado, son contados los hombres y mujeres que lograron mover la voluntad de Dios.

Moisés, impidió que el pueblo fuese exterminado, Jacob peleò con Dios cara a cara y venció en Peniel, Abraham se le otorgó el derecho de ser Padre de todos los creyentes y los que quieran vivir en fè, y que diremos  de  Elìas el profeta, Hijo de trueno y fuego, y su voz potente y desafiante surcaba las llanuras de los cielos prohibiendo llover por un lapso de tiempo estimado.

Deborah profetisa y juez mujer de Lapidot Generala de ejércitos, escuadrones al servicio de Jehová, al extremo de la mujer fuerte de espíritu y en la esquina de la pauta débil y frágil, la mujer virtuosa que habla la biblia , quien tiene la llave maestra de ponerlo todo en orden y lograr la admiración, no tanto  por su belleza mas que por su proceder, digno y honesto, esforzado pero relajado, prudente al hablar pero severa al enseñar…

La llave maestra que abre puertas se le había dado a David y fuè  entregada por Jesùs.

Una llave que traía un clavijero que sería enterrado, pertinentemente ajustado a quien quisiera ajustarse a El. Todo aquel que se cerniera a su seguridad estaría seguro, mas no así aquel que quiera desprenderse del yugo de fidelidad de su llave caería estrepitosamente y no tendría salida. Isaías 22:22,23 y 25

Entonces pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; cuando él abra, nadie cerrará, cuando él cierre, nadie abrirá.… Lo clavaré como clavija en lugar seguro, y será un trono de gloria para la casa de su padre. 
En aquel día--declara el SEÑOR de los ejércitos-- la clavija clavada en un lugar firme se aflojará, se quebrará y caerá, y la carga colgada de ella será destruida, porque el SEÑOR ha hablado.



miércoles, 4 de mayo de 2016



El Ciervo que huye


 libro La llave de David Dra Dorys Judith Lopez R


Por los encumbrados parajes huye el  “Ciervo”, no pudo conseguir un camino más accidentado que éste, pudo correr por caminos abiertos para emprender la retirada; siempre la retirada, nunca la huida

Sus Pasos se adaptaron a lugares montañosos y parajes inseguros, adopto los cascos de sus pies, a una vida difícil de seguir. Los riscos son sus preferidos, le gusta el peligro de las alturas, que presenta todo tipo de dificultad, pero es huidizo e inseguro cuando apenas ve acercar la adversidad.

Solo un ruido, latido, ecos   rumores y sonidos hacen huir el alma inconstante y fluctuante del comportamiento de quien quiere ser ciervo.

Quien se hace ciervo es como la onda del mar que se desliza en su vaivén inconstante, ahora aquí mañana allá. Arrastra consigo lo bueno y lo malo, sube grande y furiosa ante los movimientos implacables de las capas tectónicas, y arrasa con fiereza sin misericordia todo lo que se pone a su paso.

El entendido ve acercarse el mal y se aparta más, el falto de entendimiento, se lleva el peligro por delante y cae en El. Corre con fuerzas descontroladas e infundadas por las murmuraciones y el terror de caer en ellas.

No solo emprende la escapada con terror sino que enseña a todo aquel que está a su merced a huir.

Quien es el sabio y prudente que hace una edificación y la pone sobre un lugar seguro como la  roca? 
Quien es sabio, no cae en el mal, sino lo ahuyenta con su retirada manifiesta y segura.

Pondrías una casa en el borde de un peñasco? Lo pesado de su edificación terminará arrojándola al precipicio, aún sin desearlo. Y con ella todo aquel que se haya refugiado en ella.

El Siervo hace correr al cervatillo, enseña al cervatillo huir, es su ejemplo más inmediato, le enseña desde sus primeros meses  a emprender una retirada acompañada de cobardía.

El bebe cervatillo en su ignorancia adquirida, se obliga a seguir a ciegas el comportamiento de su Padre, temeroso inseguro y desconfiado del más mínimo ruido, así sea el arroyo de unas  aguas tranquilas.

La mente intranquila que no conoce a Dios, que no sabe controlar su independencia del creador, solo ve sombras donde hay un sol radiante

Huye el impío sin que nadie le persiga, y en su escapada va dejando estelas de incomprensible desacierto. Su hamartia acostumbrada de errar el blanco, exaspera cada día más su necio  corazón.

El ciervo, Hace grandes zancadas y ni siquiera lo advierte, puede correr velozmente parte de su don de velocidad ilimitada  ,Cuernos temibles  que anula  con una mirada indefensa e insegura,   ésta arma que  Dios le ha dado, la ostenta  en su frente entre sus ojos y solo es usada de adorno y ornamento antes que defensa y valor .

 Es hermoso e imponente pero lánguido y débil, su voluntad la rinde ante el nerviosismo de ser atacado y no poder enfrentarlo, nunca se enfrenta, nunca se expone, siempre huye como si le debiera a la vida y a los hombres, siempre se esconde dudando de sus grandiosas cualidades que el Señor de la naturaleza le ha dado,! oh incauto animal!.

La llave de acierto la pierde cada día con su inoperancia e inestabilidad emocional, El hombre que lleva la llave de David  advierte  cualquier peligro y lo mira de lejos. Avistando el mal y apartándose de el.

A su cervatillo le enseña que posee grandes cualidades que no pueden serle arrebatadas, y le enseña usarlas.


Nadie es siervo a sus propias expensas, todo siervo tiene un Señor, Todo Señor es capaz de representar a su fiel servidor. En mas alta escala el Señor de Señores posee las dotes necesarísimas para enseñarnos a ser” siervos”  y no “ciervos”.